Monográfico educación y hábitos saludables

Una iniciativa de ECODES realizada con la colaboración de la Fundación Biodiversidad, del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente

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Entrevista a Carmelo Marcén Albero

Carmelo Marcén Leciñena, 1953.

El entorno y la educación han marcado la vida de Carmelo. Nacer en la estepa, tierra de supervivencia en donde se economizan lo mismo los colores que los afectos, condiciona. Tener unos padres que tanto valoraban la educación como lanzadera social, también. Por eso no es extraño que haya dedicado su vida profesional a descubrir los misterios que había detrás de la ecología y la pedagogía. Para ello, estudió Magisterio y se doctoró en Geografía.

 

Según la Agencia Europea del Medio Ambiente en torno al 90% de la población urbana de la UE está expuesta a concentraciones de contaminantes que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera perjudiciales para la salud.
Es un problema sanitario del que cada vez se tiene más conciencia. Según el último Eurobarómetro "Actitudes de los europeos hacia la Calidad del Aire" los impactos de la contaminación atmosférica sobre la salud y el medio ambiente son motivo de preocupación. Casi 9 de cada 10 europeos creen que la calidad del aire está relacionada con enfermedades de tipo respiratorio y cardiovascular.

 

¿Qué interpretación se puede hacer de esos datos?

Caben varias lecturas. La primera positiva, que se supone que están informados. La segunda negativa, que no aplican como debieran la información que poseen. Si lo hiciesen adoptarían prácticas cotidianas para la reducción de sus impactos y demandarían a las autoridades más rigor en las leyes y en su cumplimiento. Parece que no es así, porque la contaminación del aire no hace sino aumentar.
Se dice que la educación para la salud debe comenzar en la infancia. ¿Cree que se le da la suficiente importancia a la adopción de costumbres menos dañinas con el medio ambiente y concretamente al tema de la calidad del aire? ¿Faltan más medios, iniciativas...?
Es indudable que la enseñanza de estos contenidos forma parte de los currículos de muchas materias y cursos. Otra cosa es que su forma de plantearlos genere cambios en los hábitos cotidianos o impregna la cultura social.
Iniciativas hay muchas, medios cada vez menos. Faltan programas serios, progresivos, con identificación de contenidos útiles, con valoración de cada una de las fases, con compromiso colectivo.

¿Se han evaluado los programas educativos puestos en marcha y los cambios de hábitos resultado de su implementación?

Se han puesto en marcha algunos programas interesantes pero la evaluación, cuando la ha habido, se ha limitado a valorar aspectos cuantitativos y no ha generado cambios apreciables en el desarrollo de los mismos programas en años sucesivos.
La mayoría de las acciones son episódicas: el día sin, el día de, la hora de, etc. Pocos cambios conductuales suelen provocar, menos todavía la generación de una cultura de la participación en la limitación de riesgos ambientales.

¿Cuáles son los primeros pasos a dar para crear conciencia ambiental entre los jóvenes en relación con las consecuencias de la contaminación atmosférica?

Los jóvenes forman parte de la sociedad y no es extraño que compartan con ella el despiste ambiental. En sus entornos familiares, en nuestra sociedad, pocas veces se generan debates que lleven a compromisos. ¿Cómo se entiende que la gente, jóvenes o no, permanezcan sentados largo rato en terrazas instaladas al lado de vías públicas de elevado tránsito de vehículos que enrarecen el aire hasta límites peligrosos? Seguramente pocos son conscientes de lo que supone generar un kwh de su consumo eléctrico, muchos de los cuales se escapan al aire sin haber sido usados correctamente.

Carmelo Marcén Gobiernos y ayuntamientos deberían ser parte activa de la puesta en marcha de iniciativas que repercutan en la mejora de la calidad del aire. En su opinión, ¿se están tomando en serio las graves consecuencias que nuestro modo de vida está causando sobre la calidad del aire?

Han de ganarse el respeto ciudadano para las acciones que promuevan. Deben reconocer que la movilidad es un problema social. Para ello deben mejorar de una vez el transporte público y el ferrocarril no elitista, al contrario de lo que hacen ahora. ¿Cómo se explica que en la mayor parte de las ciudades los autobuses diesel del transporte público emitan millones y millones de partículas que van directamente a los pulmones de los paseantes ciudadanos? También han de predicar con el ejemplo, utilizando el transporte público para sus desplazamientos y menos coches oficiales.

Para terminar, empezamos pronto un nuevo año, un buen momento para adquirir nuevos hábitos más sostenibles. ¿Cuáles serían los 5 más importantes para mejorar el aire que respiramos?

El primer logro sería reconocer que el problema de salud asociado a la contaminación es real. En segundo lugar hay que adoptar estrategias de movilidad sostenible mediante el uso casi exclusivo del transporte público colectivo. En tercer lugar, plantearse retos de reducción en el ámbito familiar, con fechas y objetivos concretos. En cuarto lugar, han de saber reclamar a la administración que cumpla los protocolos que ha firmado. Todos estos se complementan con una participación con compromiso, la única que con el tiempo consolida la cultura social hacia la mejora de las condiciones de salud ambiental.

Una iniciativa de:
Con la colaboración de:
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