Los HFCs forman parte de los llamados Gases Efecto Invernadero (GEI) y destacan por tener un potencial de calentamiento global muy elevado, contribuyendo significativamente al aumento del calentamiento global, la forma de cambio climático que vivimos en la actualidad.

El Parlamento Europeo ha aprobado la prohibición de la comercialización de equipos que incluyan gases fluorados o hidrofluorocarbonos (HFCs) en reconocimiento del hecho de que ya existen alternativas seguras, rentables y energéticamente eficientes. El Gobierno español ha dado los primeros pasos en esa línea y ha aprobado una impuesto al uso de HFCs.

Pero ahora tenemos que trabajar para que la prohibición aprobada por Europa se aplique lo antes posible y que parte de la recaudación se destine a apoyar la inversión en tecnologías refrigerantes alternativas, frecuentemente desarrolladas por PYMEs.

Tenemos ante nosotros una gran oportunidad para implementar medidas en relación a la normativa que nos permitan alcanzar los objetivos fijados dentro de las políticas climáticas europeas.

Creemos que estamos en una posición adecuada dentro de la sociedad para facilitar la comunicación entre entidades públicas y privadas y conseguir un posicionamiento a nivel nacional en cuanto a las políticas climáticas enfocado a una economía baja en carbono.