Somos conscientes de las dificultades que podría entrañar una decisión como ésta y de las presiones que el gobierno habrá recibido de los lobbys nucleares, pero los tiempos que vivimos exigen un fuerte y decidido liderazgo a favor de la sostenibilidad que deberá ir acompañado, con toda seguridad, de una buena labor pedagógica que explique las decisiones.
Decisiones que deberían basarse en un progresivo, pero incesante, giro de nuestro modelo hacia la sostenibilidad y que no pueden obviar los riesgos en los que se incurre al mantener en activo instalaciones como las de Garoña.
En palabras de Víctor Viñuales, director de Ecología y Desarrollo, “El Gobierno ha perdido la oportunidad de simbolizar el giro hacia una economía sostenible con un cierre inmediato de Garoña”.
No queremos dejar pasar la oportunidad, por otro lado, de felicitar a Greenpeace por la campaña lanzada por el cierre de Garoña.