Fuente: El Periódico de Aragón
M. NAVARCORENA
La sala Jerónimo Zurita del edificio Pignatelli se quedó ayer tarde pequeña para la presentación del Segundo Catálogo Aragonés de Buenas Prácticas Ambientales. Todo el mundillo verde hizo piña para arropar a los 52 proyectos que, a partir de ahora, servirán de referencia para una correcta gestión medioambiental. Capitaneados por el consejero Alfredo Boné, la directora general de Calidad Ambiental, Marta Puente y el presidente de la Fundación Ecología y Desarrollo, Fernando López Ramón, un nutrido grupo de representantes de asociaciones ecologistas, sindicatos, entidades comarcales y empresas recogieron el guante de las buenas prácticas. Y comenzaron a degustar el ágape que comenzó tras el acto oficial.
"Las experiencias aquí recogidas son reales, factibles, innovadoras e imaginativas", señaló el consejero. Pero nadie quería mojarse y elegir alguna de entre las 52 publicadas. "El planteamiento del catálogo, que es pionero en España, es que se trata de un proceso voluntario, con un comité asesor también voluntario", añadió la directora general.
Ejemplos concretos de construcción bioclimática; la producción de pastas ecológicas Romero; la electrificación con placas solares en distintos municipios de Huesca; los electrodomésticos eficientes de Balay o una caldera de biomasa instalada en una comunidad de vecinos de Zaragoza son algunos de ellos.
Todos los proyectos se han puesto en marcha a partir del año 2000 y han sido medibles por un consejo asesor compuesto por 23 profesionales aragoneses de diferentes sectores. Allí estaban como tal Luis Clarimón, de CCOO; Jorge Abad, del colegio de Biólogos; Víctor Viñuales, de la Fundación Ecología y Desarrollo, al igual que Pablo Barrenechea.
Y es que, por fin, el Medio Ambiente une a empresarios con sindicatos, a arquitectos con ingenieros o a mediadores con gestores. Porque para este segundo catálogo se han estudiado más de 150 iniciativas y se han producido 1.300 contactos con instituciones, asociaciones, entidades y particulares. ¿Alguien da más?
Destacable es, sin embargo, la escasa presencia que la provincia de Teruel tiene en ejemplos medioambientales, con sólo cuatro propuestas elegidas. Y es que todavía queda bastante trecho por andar, y nada cambiará si por nuestra parte no existe concienciación. Porque para estas buenas prácticas no se ha necesitado de una imposición legal.