El IPCC ha demostrado que el cambio climático se debe al aumento de concentración de CO2 y otros gases en la atmósfera.
El Protocolo de Kioto afecta a todos los sectores de la sociedad, no solo a los estados, o a las grandes empresas. Las estrategias de reducción de emisiones no son una responsabilidad exclusiva de la industria; también las ONGs, que en ocasiones presionan para perseguir estos objetivos, deberían sentirse aludidas. Todos debemos intentar reducir nuestras emisiones.
Tanto el Protocolo de Kioto como sus mecanismos viven momentos de incertidumbre, pero mientras se alcanza el consenso debemos actuar. No podemos dejar de actuar sólo porque no sabemos si el Protocolo de Kioto va a entrar en vigor, o por que no sabemos exactamente cuanto carbono absorbe un bosque.
El camino lógico exige contabilizar nuestras emisiones, reducirlas en lo posible y compensar las emisiones restantes. La compra de Reducciones de Emisiones Verificadas de proyectos de terceros es una opción válida, siempre que se realice como último paso de la cadena y teniendo la precaución de admitir como válidos solo reducciones de emisiones reales, cuantificables y demostrables, y siendo conservadores a la hora de cuantificar esas reducciones.
Documento (en pdf): Memoria 2003 de emisiones de CO2
Escrito por Aurelio García
Eficiencia energética, en ECODES
Acceso libre al Anuario sobre responsabilidad social corporativa en España 2003