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Viernes 04 de Mayo de 2012

Unas 40 pequeñas y medianas microempresas del municipio de León, dedicadas a la elaboración de cereales, panificación y derivados de la leche, contribuyen a la disminución de la contaminación ambiental, utilizando prácticas de producción más limpias, a través del proyecto de fomento a la reducción del impacto ambiental en los procesos productivos.
La iniciativa es ejecutada por la Fundación Ecología y Desarrollo, la alcaldía local y el Ministerio de Fomento, Industria y Comercio, Mific, con el objetivo de reducir el impacto ambiental de los procesos productivos y de fortalecer la competitividad de pequeñas empresas a través del enfoque de responsabilidad social empresarial.
El proyecto tiene un alcance departamental, ya que las capacitaciones y experiencias transmitidas, también están siendo multiplicadas por los mismos beneficiarios a otras microempresas ubicadas en los 10 municipios de León.
En la Ciudad Universitaria, los pequeños y medianos empresarios son los principales generadores de empleo, los mayores productores de alimentos y los que sostienen los canales de comercialización en el país.
A través de este proyecto, unas 40 microempresas están recibiendo capacitación en cuanto al proceso de producción más limpia, uso adecuado del agua y de la energía, así como todo lo referente a las prácticas modernas de manufactura, mejoramiento de la rentabilidad económica, proceso de reducción de la contaminación y responsabilidad social empresarial.
Dificultades
De acuerdo con Juan Carlos Loáisiga, coordinador técnico del proyecto y miembro de la Fundación Ecología y Desarrollo de León, el insuficiente crédito a los pequeños y medianos productores, destinado para el capital de trabajo o inversión, ha sido una de las principales limitantes para el crecimiento de las Mipymes, que con esfuerzo propio tratan de incrementar sus utilidades y desarrollarse.
“Para los pequeños y medianos productores y empresas privadas, muchas veces es difícil realizar ajustes en sus procesos productivos por no contar con suficientes recursos o conocimientos, sin embargo, es importante que dirijan todos sus esfuerzos en la capacitación del capital humano y en el mejoramiento de la estructura física de sus negocios”, afirmó Loáisiga.
Según el funcionario, el esfuerzo de prácticas limpias contempla desde simples cambios en los procedimientos operacionales de fácil y de inmediata ejecución, hasta cambios mayores, que impliquen la sustitución de materia prima, insumos o líneas de producción por otras eficientes.
En cuanto a los productos, la estrategia tiene por objeto reducir los impactos durante el ciclo de vida del producto, desde la extracción de las materia primas hasta el residuo final, promoviendo diseños acordes con las necesidades de los futuros mercados.
¿Qué es producción limpia?
La producción limpia implica técnicas de mejoras en el proceso de producción, buenas prácticas operativas, mantenimiento de equipos, reutilización y reciclaje, cambios de tecnología y materia prima.
Patricio López, propietario de la procesadora de lácteos La Gaviota, ubicada en la comunidad El Chagüe, en León, destacó que este tipo de iniciativas en favor del medio ambiente contribuye a hacer un uso racionado del agua potable y fomenta el reciclaje en la producción de derivados de la leche.
Por su parte, Miurel Roque, propietaria de la Panadería Roque, en el reparto “Andrés Zapata”, en León, aseguró que a través de las capacitaciones aprendió que la producción más limpia le permite ahorrar recursos y contar con más ganancias, además de contribuir con el medio ambiente.
La Panadería Roque tiene un año de haberse inaugurado. Es un pequeño negocio familiar que acudió a una microfinanciera local para conseguir financiamiento e instalar el negocio. La pequeña panadería utiliza alrededor de dos quintales de harina diario para elaborar el pan.
“Estamos entusiasmados con este negocio, pero no sabíamos cómo ahorrar leña, agua potable y energía eléctrica, estamos arrancando desde cero, es la fecha y todavía no hemos entrado en lleno, afortunadamente la información que recibimos en las capacitaciones está contribuyendo a una mejor administración de nuestros negocios”, expresó la joven.
En la panadería laboran siete personas, y desde hace menos de dos meses están implementando el proceso de producción más limpia.
“Al momento de lavar los utensilios tratamos de gastar menos agua, desconectamos todos los electrodomésticos de la casa al momento de utilizar los equipos técnicos, de esa manera ahorramos energía eléctrica y evitamos dañar los electrodomésticos”, detalló.
Las distintas instituciones involucradas en este proyecto identificaron en León como sector priorizado a las panaderías y a las productoras de cereales, administradas particularmente por mujeres.
De acuerdo con el estudio, se considera que en este sector el mejoramiento de los procesos productivos tiene un impacto positivo en la salud del consumidor, pero también en la salud de los empleados, al promover mejoras en las condiciones laborales (tratando la disminución de humo y el calor al interno del negocio).
Juan Carlos Loáisiga explicó que las empresas tienen un compromiso moral con la sociedad de velar por el patrimonio medioambiental, además, deben retribuirlo a través de la inversión de las utilidades.
En este sentido, el reciclaje del agua y de otros productos disminuyen los costos de inversión y el impacto de contaminación. El proyecto, financiado por la Unión Europea, tiene una duración de ejecución de un año, y es respaldado por distintos actores como el Marena, el Minsa, las Mypimes y la población en general.
Antecedentes
Como antecedente a este proyecto, el Centro de Producción Más Limpio trabajó coordinadamente con la alcaldía local durante 2006 y 2007 en un proceso de asistencia técnica a cinco pequeñas empresas.
En estas empresas se logró ahorrar 7,074.28 m3 de agua potable al año, un total de reducción de emisiones de óxido de carbono de 147,899.52 kg al año, y un total de reducción de desechos de 12,007.41 kg, los cuales se traducen en beneficios sociales, como la oportunidad de consumo de agua diario para 5,060 familias y un consumo de energía mensual para 824 familias, con el cual se ha demostrado el impacto que puede tener un proyecto de esta índole.
Estas empresas han logrado crecer, y varias han recibidos premios a nivel nacional por implementar prácticas de producción más limpia.
Fuente: El Nuevo Diario (30 de abril de 2012)

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