El 15% de la población española se encuentra en situación de pobreza energética, cifra que se ha duplicado en los últimos 8 años. Además, el porcentaje de hogares españoles que se declaraban incapaces de mantener su vivienda a una temperatura adecuada en invierno era del 11% (alrededor de 5,1 millones de personas)[1]. El acceso a la energía, pese a no estar todavía reconocido como un derecho universal como el agua, sí está reconocido de forma implícita en la constitución española en los artículos 43 y 47, donde se establece el derecho a una vivienda digna y a la protección de la salud. Ahora la pregunta sería, ¿Es posible tener una vivienda digna o proteger nuestra salud de asma, neumonía u otras enfermedades respiratorias sin calefacción o electricidad?.
El Simposio organizado por ECODES el 22 de noviembre en Madrid contará con ponentes procedentes de seis instituciones internacionales.
El 4 de noviembre de 2016 pasará a la Historia como el día en que entró en vigor el Acuerdo de París que ayudará a afrontar el mayor desafío que tiene hoy la humanidad: El Cambio Climático. El acuerdo fue alcanzado en la COP21 celebrada en París hace un año, y habiendo alcanzado ya el número necesario de Estados que lo han ratificado y las emisiones que suponen, entra en vigor antes de lo previsto.
El 60% de las principales empresas en España y Portugal redujeron la “intensidad de carbono” de sus operaciones en 2016. Sin embargo, las emisiones totales de las compañías aumentaron, acabando con una tendencia a la baja de los últimos años en materia de disminución de las emisiones. Esta es una de las principales conclusiones del informe CDP ”Climate Change Report 2016, elaborado por ECODES a partir de las evaluaciones de PwC, y que se ha presentado esta mañana en Madrid en el Espacio Fundación Telefónica.
El próximo 22 de noviembre se celebrará en Madrid el Simposio Migraciones Climáticas de carácter internacional organizado por la Fundación Ecología y Desarrollo (ECODES). Juristas, geógrafos, sociólogos, economistas y politólogos abordarán en el evento la situación de los desplazados por el calentamiento global, cuáles son las causas y consecuencias de este fenómeno y cómo debe ser la atención a los millones de personas que van a verse obligados a desplazarse por el calentamiento global en los países de acogida y concluirán con un análisis de cómo va a afectar a España.El anuncio de este evento se hace hoy, 24 de octubre, coincidiendo con el Día Internacional de la lucha contra el Cambio Climático como aportación de ECODES a esta tarea.
Sí, una excelente noticia que dimensiona la importancia de uno de nuestros proyectos, quizás uno de los menos perceptibles y valorables por lo técnico de su denominación, “Gases Fluorados”.
La semana pasada 25 países respaldaron la aprobación de una enmienda al Protocolo de Montreal de la Capa de Ozono que pretende un descenso gradual en el uso de hidrofluorocarbonos (HFCs). En opinión del Programa de Medio Ambiente de las Naciones Unidas puede ser la actuación más significativa por el clima de 2016. «Una disminución gradual de los HFC bajo el Protocolo de Montreal puede evitar hasta 0,5 grados centígrados de calentamiento global para el cambio de siglo», afirma el comunicado.
Los gases fluorados están presentes en nuestra casa, en nuestro coche, pero sobre todo, en nuestros supermercados. Y es este sector el que tendrá que realizar mayores esfuerzos en esta transición hacia tecnologías respetuosas con el clima.
Durante la jornada “Retos y oportunidades de un transporte bajo en carbono” organizada ayer por la Fundación Ecología y Desarrollo (ECODES) en Madrid, Carlos Calvo, analista de la ONG Transport & Environment (T&E) presentó el documento “Receta para España, cómo comenzar a descarbonizar el sector transporte”, que recoge una serie de recomendaciones al gobierno con los que lograr conseguir los objetivos de descarbonización establecidos por la Unión Europea en la Cumbre de París.
El cambio climático es uno de los principales retos ambientales y sociales, con graves efectos sobre la salud. Sus efectos ya se están sintiendo hoy y las proyecciones para el futuro representan un riesgo elevado para la salud humana. De hecho, la OMS ya advertía en un informe en 2014 que el cambio climático causará unas 250.000 defunciones adicionales al año entre 2030 y 2050, solo debido a 4 causas seleccionadas, muy subestimadas si se consideran otros impactos directos e indirectos. Luchar contra el cambio climático, en este sentido, podría ser la mayor oportunidad del siglo XXI en materia de salud mundial, por el aumento de la resiliencia frente a sus impactos y por los cobeneficios que puede representar.