Por Ramiro Fernández, Director Programa Cambio Climático, Fundación AVINA
Cancún nos permitió superar el fantasma de Copenhague, y mantiene la posibilidad de seguir sentados a la mesa, aunque con un sabor amargo que aún no termina de digerirse. Plantea una prometedora visión compartida, pero con un conjunto de compromisos que no comprometen y algunos avances entre los postergados de siempre que comprenden la puesta en marcha nuevas instituciones en adaptación y están sujetos al cumplimiento de promesas futuras de financiamiento.