No es el acuerdo que las ciencias del clima reclaman, pero es un acuerdo que supone un paso irreversible hacia una economía baja en carbono. La economía de los combustibles fósiles que conocemos entra en el tiempo de descuento. Ya nada será igual. Frente al compromiso de unos pocos que significó el Protocolo de Kyoto, este es un compromiso de todo el planeta. Hay aspectos criticables y que deberán ser corregidos en su implementación. Pero este acuerdo y las iniciativas desplegadas al calor de la COP21 por empresas, entidades financieras, municipios, regiones, ONGs, etc., muestran que la transición hacia una economía baja en carbono es irreversible.

Las empresas y países que tienen más intereses económicos en el mantenimiento de nuestro modelo de desarrollo han trabajado todo lo que han podido para menguar la ambición de los acuerdos, pero no han podido frustrar la COP21 y este acuerdo va a significar un antes y un después en la lucha contra el cambio climático.

Felicitamos al gobierno francés por su compromiso con el éxito de la Cumbre, a Laurent Fabius, a Christiana Figueres y los equipos negociadores que han batallado duramente para hacer posible el acuerdo. Felicitamos también a Naciones Unidas, por lo que supone un gran logro del multilateralismo, y a todos aquellos que, como el ministro de medio ambiente peruano, Manuel Pulgar Vidal -anfitrión de la COP anterior-, han trabajado entre bambalinas para que el acuerdo fuera posible.

Finalmente, queremos pedir un gran aplauso para las ONGs por su trabajo de presión para empujar a los gobiernos y a la ciudadanía mundial que se ha movilizado a favor del clima. Ahora toca cumplir el acuerdo e ir más allá en sus puntos débiles. ¡¡Sigamos!!

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Víctor Viñuales, director de ECODES:

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