Durante la segunda mitad de 2004, las políticas de salvaguarda social y medioambiental que aplica la Corporación Financiera Internacional están siendo revisadas, y una nueva versión debería ser presentada en el comienzo de 2005. Además de definir los proyectos susceptibles de ser financiados de acuerdo al Banco Mundial, un cambio en estas políticas podría endurecer los Principios de Ecuador, que están inspirados en los estándares de la Corporación Financiera Internacional.
También, a comienzos del año, la Extractive Industries Review (RIE), un consejo consultivo establecido por el Banco Mundial para discutir con los diversos stakeholders afectados el papel a jugar en el futuro por el Banco Mundial respecto de la industria extractiva, publicó sus conclusiones y recomendaciones, que incluyen aspectos que pueden cambiar considerablemente la política del Banco Mundial respecto de su apoyo de proyectos de la industria extractiva, especialmente en lo que se refiere a la mitigación de la pobreza en países ricos en recursos naturales. En agosto de 2004 concluyó la revisión, y el Banco Mundial anunció que una decisión final sobre las reformas se tomará antes del fin de año.
Ante la evidencia de que varios bancos firmantes de los Principios de Ecuador estaban practicando lobby en contra de ambas series de recomendaciones (incluyendo cartas abiertas al director del Banco Mundial), las tres ONGs que habían liderado la Declaración de Collevechio (Friends of the Earth, Rainforest Action Network y WWF) retomaron la actividad a través de la red Banktrack, institucionalizando así, en cierta medida, el escrutinio creciente al que se someten los bancos firmantes de los Principios de Ecuador.
La red Banktrack “celebró” el primer aniversario de los Principios de Ecuador con la publicación de su documento Principles, Profits or Just PR? Triple P Investments under the Equator Principles, una revisión exhaustiva de los proyectos conflictivos o dudosos financiados por los “bancos de Ecuador” durante ese primer año, así como una dura crítica a la falta de información sobre el impacto real de la firma de los Principios y sus implicaciones prácticas, tanto por parte de los bancos como por parte del website que centraliza la información sobre la iniciativa, “cuya función parece limitarse a dar la bienvenida a nuevos firmantes”. Un proyecto financiado por varios de los bancos firmantes y que ha tenido un especial seguimiento desde Banktrack y otras organizaciones es el oleoducto Bakú-Tbilisi-Ceyhan, que une Azerbaiyán con el Caspio turco a través de Georgia.
Tal y como pronostican los estudios sobre las relaciones entre ONG y el sector privado, las posiciones de denuncia han dado paso a nuevas formas de colaboración. Las organizaciones que participan en BankTrack, y otras como Berne Declaration, Conservation International, Campagna per la Riforma della Banca Mondiale y el World Resources Institute, participaron en julio de 2004 en una reunión con dieciséis de las veintinueve entidades firmantes de los Principios de Ecuador y con representantes de la Corporación Financiera Internacional , para discutir acerca de la implementación de los Principios.
Las ONG insistieron en la necesidad de coherencia y consistencia entre los diferentes bancos a la hora de categorizar los riesgos de los proyectos financiados y de monitorizar los resultados; la necesidad de un enfoque más amplio en las políticas medioambientales de los bancos; y, en general, mayor explicitud y claridad en cuanto a las consecuencias de la implementación de los Principios. Algunas de las entidades financieras participantes describieron el modo en que están llevando a la práctica los Principios de Ecuador, y se discutió el modo en que las ONG pueden ser consultadas e incluso su participación en la formación de las entidades financieras para la mejora en los aspectos medioambientales. Fruto de la reunión fue la creación de un pequeño grupo de trabajo con tres objetivos principales: la mejora del website de los Principios de Ecuador como fuente de información acerca de la implementación de los Principios; transparencia y comunicación; y la implicación de las ONG para dotar de mayor valor al programa. Se ha anunciado una nueva discusión para enero de 2005.
En cualquier caso, es llamativo que el website de BankTrack no informa sobre estos acuerdos de colaboración, comunicando tan sólo los que tienen lugar en el marco de organizaciones como Naciones Unidas; y que algunas de estas organizaciones recurren al efectismo para comunicar acuerdos con entidades financieras bajo escrutinio. Tal vez sea esto un ejemplo de la relativa "esquizofrenia" de algunas ONG a la que se refería SustainAbility en su informe Las ONG del siglo XXI:
[...] uno de los factores que subyace en el interés creciente de colaboración de ambas partes. Sigue siendo cierto, no obstante, que las ONG y OSC atraen a personas motivadas por una apremiante percepción de injusticia social, económica, ecológica o política. Y esto, a su vez, puede llevar a determinadas formas de esquizofrenia organizativa en la medida que en una ONG determinada algunos promuevan la colaboración con empresas y otros grupos de interés, mientras que otros se opongan a estas relaciones, bien sea por cuestión de principios o a causa de temores específicos sobre un socio potencial en particular. La gestión de tales tensiones se está convirtiendo en un reto en muchas ONG que recorren la senda del compromiso.
En cualquier caso, la huella de la presión de estas organizaciones comienza a hacerse presente: por ejemplo, en la memoria correspondiente al ejercicio 2003 del banco holandés ABN AMRO, una de las pocas entidades financieras que completa su información de sostenibilidad con las críticas efectuadas a sus actuaciones.
Escrito por Jesús Llaría