Fuente: EL PAÍS
El peor de los escenarios posibles de cambio climático presenta la Tierra en el año 2100 con 6 grados más de temperatura media y unos 88 centímetros más de nivel del mar, lo que provocaría consecuencias climáticas impredecibles que podrían acarrear graves efectos para los ecosistemas naturales y la salud humana. Éste fue el resultado del trabajo del Grupo de Expertos sobre Cambio Climático de Naciones Unidas (IPCC), que ha elaborado una serie de escenarios del clima futuro a partir de una amplia gama de hipótesis sociales y económicas.
El representante español en este grupo fue Luis Balairón, jefe del Servicio de Variabilidad y Predicción del Clima del Instituto Nacional de Meteorología, que ayer explicó las causas y posibles consecuencias del cambio climático. Lo hizo durante el acto de entrega de diplomas de los cursos de verano coorganizados por la Escuela de Periodismo de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM)/EL PAÍS y la Fundación BBVA, en cuya sede se celebró la ceremonia.
"Por primera vez se trata de un cambio que no se debe únicamente a causas naturales, sino también a la acción del hombre", señaló Balairón. El principal responsable de esta transformación, es decir, del calentamiento global del planeta, es el dióxido de carbono [CO2], dijo el científico. Este gas es el más dañino de los que causan el conocido efecto invernadero, el cual se produce por la concentración de gases en la atmósfera que dejan pasar los rayos solares pero atrapan la radiación infrarroja que el planeta devuelve al espacio. Con ello ayudan a calentar la Tierra. El problema, explicó Balairón, es que el CO2
"se queda mucho tiempo en el sistema, puede tardar en salir 150 años". Por eso, existe una necesidad mundial de adoptar medidas de limitación y de adaptación rápidas y decididas para reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera, que han crecido desde mediados del siglo XVIII.
Ésta es una de las intenciones del Protocolo de Kioto, que obliga a una treintena de países industrializados, entre ellos España, a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Pero cumplir este compromiso requiere efectuar ya "cambios radicales en la forma de vida y en las tecnologías". Si se consiguen los objetivos, el calentamiento seguirá su curso, pero el escenario sería "tolerable". Es decir, en 2100 el calentamiento global sería de 1,5 grados y el aumento del nivel del mar de unos nueve centímetros.
Balairón comenzó su intervención destacando la importancia de dar a conocer todas estas ideas y de que lo hagan periodistas bien formados y especializados. "Yo puedo hacer divulgación, pero no puedo hacer periodismo", aseguró.
La especialización de los profesionales es el principal valor, según sus responsables, de los cursos de verano de la Escuela de Periodismo UAM/EL PAÍS y la Fundación BBVA. El objetivo ahora de esta iniciativa "es remarcar la especificidad de estos cursos", señaló el presidente del Grupo PRISA (empresa editora de EL PAÍS), Jesús de Polanco.
Más de un centenar de alumnos participaron el año pasado en los cursos dedicados a periodismo científico, económico, electrónico y de precisión, internacional y medioambiental.
El rector de la UAM, Ángel Gabilondo, aprovechó la ocasión para pedir "mesura" en unos tiempos en los que se confunde "el pensamiento con la ocurrencia", dijo. "Necesitamos profesionales con oficio, con conocimiento y con sentido de la mesura", recalcó.
También asistieron al acto el director de la Escuela de Periodismo de EL PAÍS, Joaquín Estefanía, que insistió en el carácter práctico de estos cursos, y el presidente de la Fundación BBVA, Francisco González, quien dirigió el evento.