Se acerca la Semana Santa, un buen momento para plantearse qué tipo de turismo se quiere practicar. Uno de masas, que deje beneficios a corto plazo pero que a la larga puede acabar destruyendo los atractivos que convirtieron a un lugar en un destino atractivo; y otro tipo de turismo, más sostenible, cuyos beneficios se repartan de manera más justa entre los lugareños y que no suponga pan para hoy y hambre para mañana. Este último puede suponer una gran oportunidad para el desarrollo de las regiones empobrecidas. Según la Organización Mundial del Turismo (OMT), el turismo sostenible "responde a las necesidades de los turistas y de las regiones anfitrionas", a la vez que "protege y mejora las oportunidades del futuro", respetando "la integridad cultural, los procesos ecológicos esenciales y la diversidad biológica".

Fuente: El Periódico de Aragón (27/03/2010)

El turismo sostenible no puede entenderse como una actividad económica aislada, sino que contempla su interrelación con otros sectores, a través de los cuales se aprovisiona de bienes y servicios (alimentación, transporte, tecnología, construcción, mobiliario, etc.). En este sentido, cobran importancia los modelos de participación ciudadana como paso fundamental hacia una gestión sostenible, que haga compatible el desarrollo económico con la conservación del medio natural y el incremento de la igualdad y de la justicia social.

Aragón financia desde hace años este tipo de proyectos en áreas rurales de Nicaragua. Un ejemplo es el trabajo que desde 2008 lleva a cabo Ecología y Desarrollo (ECODES) en en el territorio de La Fundadora, una comunidad rural del municipio de Jinotega, apoyando a su contraparte local, la asociación de Educación y Comunicación La Cuculmeca. En estos dos años, el Gobierno de Aragón ha subvencionado más de 136.000 euros de los casi 190.000 que se llevan invertidos en la zona.

"El proyecto está orientado al desarrollo del turismo rural comunitario como una actividad complementaria a las labores agropecuarias realizadas en la zona", explican Olga Ara del Amo y Diane McAndrew, responsables del programa de cooperación al desarrollo de Ecología y Desarrollo. Dentro de esta oferta se conjuga una diversidad de atractivos naturales, históricos y culturales.

Aragón y Ecodés apoyan pero son las propias comunidades de La Fundadora, La Sultana y La Esmeralda las que se organizan para planificar, gestionar, operar y administrar la oferta turística de su territorio de manera unida, a través de tres cooperativas. Actualmente ya hay 53 personas, en su mayoría jóvenes, trabajando directamente en su puesta en marcha. "El proyecto acompaña el proceso de organización y fortalecimiento de las pequeñas y medianas empresas locales para que ofrezcan un servicio atractivo y de calidad", explica Olga Ara del Amo.

A través del proyecto se generarán "empleos e ingresos dignos", afirma McAndrew, que contribuyen "a la reducción de la pobreza, mediante la diversificación de las actividades productivas realizadas por los pobladores y pobladoras de las comunidades". De este modo, "se fortalece la identidad sociocultural a través de la promoción de un turismo rural comunitario que involucra a toda la familia dentro del proceso de desarrollo, al mismo tiempo se trata de promover y conservar la identidad campesina dentro de dicho proceso", aseguran desde ECODES.

Tras construir la infraestructura básica (alojamiento, cocina, comedor y obras anexas), se están habilitando senderos turísticos. Los beneficiarios están recibiendo capacitación en sistemas de calidad y como guías turísticos, para poder brindar un mejor servicio. Además, las primeras construcciones se están complementado con dos nuevas cabañas equipadas y otras obras auxiliares. Está previsto que el proyecto se culmine 2011.

El proyecto enfila su tercer año en marcha

A la convocatoria de subvenciones del Gobierno de Aragón a proyectos de cooperación al desarrollo para el año 2010, que finalizó el pasado 24 de marzo, se ha presentado una solicitud de financiación de continuidad del proyecto de mejora de la infraestructura del turismo rural comunitario sostenible en el circuito de La Fundadora, La Sultana y La Esmeralda.

El Gobierno de Aragón contribuye, entre otras cosas, a la elaboración del Plan Integral Territorial y Plan de Gestión Ambiental y de publicaciones y material didáctico, y a financiar obras, suministros y salarios del personal local y expatriado, además de prestar asistencia técnica.