El nuevo coordinador de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) asegura que, al margen de la inestabilidad que vive el país, el apoyo de España se mantiene, y que Nicaragua es y seguirá siendo una prioridad para ese país.
Fuente: Laprensa.com.ni Por: Gisella Canales Ewest LA PRENSA/M. ESQUIVEL
Nicaragua es uno de los países de todo el continente que más dinero percibe en concepto de cooperación de parte del Gobierno de España.
José Manuel Mariscal Arroyo, coordinador general en Nicaragua de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) desde el pasado 19 de octubre, calcula que el monto de la ayuda de su país ronda los 120 millones de dólares anuales, más de 2,500 millones de córdobas por año.
Sin embargo, más allá de los números, Mariscal prefiere centrarse en los beneficios tangibles de esa ayuda. Como muestra, señala el proyecto de agua potable y saneamiento que impulsan con la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (Enacal) y el millonario proyecto de transformación del basurero municipal La Chureca en una planta recicladora de desechos, cuyo costo es de unos 30 millones de euros.
Mariscal anuncia que para el 2012 tienen contemplado establecer un acuerdo de asociación entre Nicaragua y España en torno a las prioridades del país y sus instituciones. Este acuerdo sería distinto del acuerdo de asociación que negocian, de región a región, Centroamérica y la Unión Europea.
El funcionario español dice que es difícil calcular en su totalidad la cooperación que proviene de España, porque no sólo el Gobierno de ese país apoya a Nicaragua, sino que gran parte de la ayuda llega a través de organismos no gubernamentales, municipios autónomos, iglesias, universidades y empresas.
Durante su estancia como coordinador de AECID en Nicaragua pretende buscar la articulación de toda esa ayuda, con el fin de hacer una cooperación más efectiva en pro de la erradicación de la pobreza.
¿Cuál es el panorama de la cooperación de España hacia Nicaragua?
En los últimos años ha habido un compromiso político por parte de nuestro Gobierno de apuesta fuerte por toda la política de cooperación, y eso se ha manifestado en el incremento de fondos y de instrumentos de cooperación. Nicaragua es uno de los países prioritarios para la cooperación española y es uno los pocos países donde están todos los instrumentos de la cooperación española a disposición del país.
España quiere y debe mantener una relación con Nicaragua como un socio, un aliado, una relación de igual, una relación que por supuesto está basada en la amistad y la hermandad de nuestros gobiernos, de nuestros pueblos... A mí no me gusta la palabra donante, ni la palabra receptor, me gusta la palabra socios, en la cual España lo que hace es acompañar los esfuerzos que los nicaragüenses hacen y acompañar también las prioridades que los nicaragüenses y que sus instituciones consideran que son necesarias para su país. No se trata de venir aquí, y mal haría cualquier país, a decir qué es lo que hay que hacer aquí, o hacer lo que quiera, sino alinearse de alguna manera, apoyando los esfuerzos que ya se están haciendo...
¿Cuáles son los retos que ha encontrado en la cooperación de España a Nicaragua?
Tenemos muchos retos, muchos desafíos. Uno de los grandes desafíos que nos queda por delante es la gran fortaleza que tiene la cooperación en España es la cantidad de actores, instituciones españolas que trabajan aquí en el país... Uno de los grandes desafíos por delante es complementar las mociones que todas esa instituciones desarrollan en Nicaragua, de tal manera que no dispersemos esfuerzos, no dispersemos recursos y seamos más eficaces, intentando de alguna manera concentrar o complementar las diferentes actuaciones que desarrollamos. Pero nuestra relación con el Gobierno, de la Agencia Española de Cooperación, es una relación con el Gobierno nicaragüense cuyo objetivo es beneficiar a la población nicaragüense en el ámbito de la lucha contra la pobreza, y en ese sentido los instrumentos que tenemos a disposición van enfocados hacia ese tema.
Otro desafío que tenemos es complementar más y mejor la cooperación española, en conjunto con otros países de la Unión Europea que también tienen grandes programas de cooperación y que de alguna u otra manera nos vemos en la obligación de ser mucho más eficaces, para lo cual es necesario que coordinemos nuestras actividades, que trabajemos en conjunto en función de las prioridades del Gobierno.
Creo que se debe hacer el ejercicio de autorreflexión en torno a cómo mejorar nuestra cooperación... Habrá muchas personas, y yo lo entiendo, que se preguntarán por qué después de tantos años de cooperación, por qué con esas cifras tan grandiosas de dinero, seguimos en situaciones de pobreza. Toda esta situación nos debe ir haciendo pensar que hay que reflexionar y autocriticarse de qué cosas hemos hecho bien entre todos y qué cosas debemos eliminar. A mí me encantaría formar parte de una comisión autocrítica que evalúe los aciertos y los no aciertos, por no decir fracasos.
Pero el liderazgo en el desarrollo no lo tiene la cooperación, somos apenas un apoyo solidario importante, grande, pero el protagonismo y el liderazgo lo tienen los nicaragüenses, los ciudadanos de Nicaragua, que libremente eligen a sus gobernantes, y son ellos y ellas los que dirigen, lideran y protagonizan el desarrollo de su país. Nosotros somos países que con una voluntad solidaria queremos acompañar esos esfuerzos y ese trabajo, y ésa es la misión de la cooperación.
¿Actualmente a qué áreas se está destinando más recursos?
Posiblemente al fondo del agua potable y saneamiento se está destinando 53 millones de dólares al año, y este año vamos a solicitar, en conjunto con las autoridades de agua potable, Enacal, otra fase más para la ciudad de Managua y ciudades intermedias. En el ámbito de salud hay muchas inversiones, sobre todo en el apoyo a las políticas públicas sanitarias, el apoyo a la mujer, la lucha contra la violencia de género, de la salud sexual y reproductiva, todo lo concerniente a ampliación de los derechos de la mujer y ampliación de espacios de participación de la misma.
Si la crisis que afecta varias economías europeas tocara a España, ¿podría verse perjudicada la cooperación?
Nuestros países (UE) y España en concreto están pasando una etapa muy complicada, por la crisis financiera y por toda la situación que atraviesa nuestro país como consecuencia de la misma crisis. Sin embargo, las políticas sociales para nuestro Gobierno y para nuestro país son y serán una prioridad siempre, y una de ellas es la política de cooperación internacional, lo cual pues a mí, como ciudadano español, me hace sentir orgulloso, que a pesar de las dificultades por las que está pasando nuestro país se apueste fuertemente por las políticas sociales, por las políticas de amplitud de derechos y sobre todo por las políticas de cooperación. Yo creo que en estos momentos de crisis internacional es cuando más hay que trabajar en el ámbito de la cooperación. La cooperación internacional en España forma parte y es un pilar fundamental de la política exterior de España... Por supuesto, la crisis, como en todos los sectores, afecta, pero no en ámbito de la cooperación y la solidaridad.
¿Cuáles son los parámetros o exigencias que tiene España para que Nicaragua siga beneficiándose de esta cooperación?
El criterio fundamental que tenemos son los índices de pobreza que tiene el país, las capacidades institucionales que tenga el país. Nicaragua lamentablemente tiene unos niveles de pobreza que a pesar de los esfuerzos que hacen las instituciones públicas del país y las instituciones privadas, necesitan un apoyo externo... y ésa es la razón por la cual España colabora con Nicaragua, para acompañar los esfuerzos en la lucha contra la pobreza, ése es el indicador.
¿Ustedes toman en cuenta la crisis de gobernabilidad, de transparencia e institucionalidad que hay en el país?
La situación de inestabilidad política por supuesto nos preocupa, como nos preocupan todas las situaciones e inestabilidad política que hay en cualquier país socio y amigo... Los procesos democráticos en todos los países llevan su tiempo, y ésta es una democracia joven, es una democracia que todavía tiene que ir ajustándose. Más allá de las situaciones coyunturales, nuestra apuesta por el desarrollo de Nicaragua es una apuesta a largo plazo, no es una apuesta coyuntural, no está motivada por un momento histórico, un momento concreto... está movida por un proyecto de futuro, por el desarrollo del país, más allá de un gobierno, más allá de un período político.
Nosotros, las crisis políticas, que por cierto también las tiene nuestro país, la tienen todos nuestros países, no son un condicionante para la cooperación española. Siempre velamos, por supuesto, por que se respeten los principios éticos y básicos de cualquier relación ante la cooperación; siempre será motivo de preocupación cualquier situación de inestabilidad política que hay en un país, pero la prioridad son los nicaragüenses y las nicaragüenses. La prioridad son las personas que finalmente sufren las consecuencias de la pobreza.