Según la Agencia de Protección Ambiental (EPA) los niños y niñas menores de seis años, así como las mujeres embarazadas o que planean quedar embarazadas, son los más vulnerables a los efectos dañinos del mercurio. Ellas deben limitar o eliminar ciertos pescados de su dieta, incluyendo el atún, lofolátilo (tilefish), pez espada, tiburón, caballa, mero y pescados de aguas que estén sujetas a avisos informativos de contaminación con mercurio. Las mujeres con niveles elevados de mercurio deben empezar a evitar o restringir su consumo de pescado contaminado con mercurio desde un año antes de quedar embarazadas.
Para más información puedes consultar las guías de la EPA: