Hace unas semanas Ramón Pueyo escribía sobre los whistleblowers, los que "tocan el silbato", y los mecanismos para la protección de quienes denuncian prácticas deshonestas en las compañías.
Hoy leemos en la prensa acerca de la dimisión del presidente de Avanzit por un asunto relativo a irregularidades en las cuentas de la empresa. Lo más llamativo es que la compañía ha anunciado, dando por supuesto que es lo más natural del mundo, el cese del secretario del consejo, quien comunicó ayer a la CNMV las posibles irregularidades.
El resto de la argumentación es trivial y no es necesario escribirla aquí, ¿verdad?
Más información sobre estos mecanismos en:
Escrito por Jesús Llaría