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Viernes 13 de Mayo de 2005

Algunos supermercados están empezando a desempeñar un rol pro-activo en cuanto a limitar los plaguicidas en general, prohibiendo o restringiendo el uso de los más peligrosos, entre estos, la “Co-operative” y “Marks and Spencer” en el Reino Unido. The Co-op ha prohibido 24 plaguicidas y restringido otros 30 en productos cultivados por más de 10.000 agricultores alrededor mundo para sus tiendas. Utiliza un sistema de activadores de riesgo, para identificar plaguicidas problema, incluyendo los causantes de cáncer, químicos disruptores de hormonas y aquéllos que se acumulan en el cuerpo humano. The Co-op proporciona asesoramiento técnico en cultivos específicos para sus agricultores de modo que les ayude a utilizar métodos no químicos como la opción de preferencia y a identificar los plaguicidas que se deben evitar a toda costa.

Otras compañías, a menudo las más baratas del mercado, parecen mostrar muy poco interés. En 2002, PAN Europa asociados holandeses de la Fundación para la Naturaleza y el Medioambiente enviaron uvas de mesa de origen italiano, español y turco compradas en tiendas danesas de la cadena alemán de supermercados “competidores en precios” “Aldi and Lidl” para análisis. De las muestras, 75-77% excedieron los LMRs holandeses, por más de cuatro veces y un promedio de cinco plaguicidas fueron encontrados en cada muestra contaminada. La Fundación para la Naturaleza y el Medioambiente concluyo que las uvas comercializadas por los supermercados “Aldi and Lidl” estaban mucho más contaminados que las provenientes de otras fuentes y que esa fruta nunca debió haber sido ofrecida a los consumidores.

La preocupación de los consumidores acerca de plaguicidas en los alimentos esta aumentando y muchos supermercados y compañías de alimentos están comenzando a responder a la presión de los consumidores y del publico. En Austria, “Friends of the Earth” grupo Global 2000” llevaron a cabo una exitosa campaña de prensa después del hallazgo de residuos de plaguicidas ilegales en pimentones de invernadero el 2002. En cuestión de meses, empezaron un programa con el supermercado Billa, uno de las más grandes cadenas en Austria, para considerar problemas de salud debido a residuos en frutas y verduras. Actualmente, este supermercado ha establecido LMRs más estrictos comparados con los legalmente existentes en Austria, analiza muestras semanalmente con Global 2000 y comparte los resultados con sus proveedores. Discusiones en mesas redondas muestran como los agricultores podrían cambiar sus practicas agrícolas para evitar problemas de residuos y medioambientales. Billa ahora publica su información de aplicación de plaguicidas y métodos alternativos de manejo de plagas están siendo ensayados.

Entre 1997-2000, el gobierno del Reino Unido hizo pública la información que aconsejaba el pelar frutas y verduras como una precaución adicional sensata al preparar frutas y verduras para niños pequeños, debido a preocupaciones acerca de incidencias de altos niveles de residuos de plaguicidas en algunas frutas y verduras10. La Agencia de Protección Medioambiental de los Estados Unidos sigue aconsejando pelar para así remover residuos de plaguicidas, bacterias y suciedad. Sin embargo, el pelado no removería los plaguicidas sistémicos, los cuales son contenidos en los tejidos de las plantas. Los alimentos biológicos ciertamente contienen mucha menor cantidad de residuos de plaguicidas en comparación a alimentos convencionales, como fue demostrado por uno de los estudios más completos acerca de residuos en alimentos realizado en los Estados Unidos. La directiva de la Agencia de Normas para la Alimentación (Food Standard Agency) del Reino Unido, que es conocida por no apoyar a la agricultura biológica, fue recientemente forzada a admitir que: “los alimentos biológicos contienen menor cantidad de residuos de plaguicidas usados en agricultura convencional, por lo tanto comprar biológico es una forma de reducir las posibilidades de que sus alimentos contengan estos plaguicidas”. Sin embargo, el estudio americano encontró residuos de plaguicidas en 23% de las muestras provenientes de alimentos biológicos, de los cuales casi la mitad fueron organoclorados prohibidos, probablemente provenientes de suelos contaminados. Los autores concluyeron que su presencia refleja la extendida contaminación medioambiental debido al uso de plaguicidas sistémicos durante muchas decadas.

Fuente: PAN Europe. Red de Acción en Plaguicidas Europa.
Más información: Amigos de la Tierra

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