Mark “CSR in China” bloguea de nuevo. Y lo hace dando un buen repaso, un tanto pesimista aunque no sin esperanza, al movimiento pro-RSC. Además de la cada vez menor credibilidad de iniciativas como el Pacto Mundial, el post citado se refiere a una especie de desencanto generalizado. También a la existencia de incentivos perversos que pueden llevar a las empresas a retraerse y “no hacer nada público sobre RSC” por miedo a “exponer la yugular”. Según Mark, en el origen de muchos de los problemas detectados se encuentra la imposibilidad de definir un concepto, el de responsabilidad social corporativa, que en ocasiones abarca aspectos espinosos y emocionales. Y no falta la inevitable referencia al ruido:

Almost every UN agency, every government agency in every developed country, every NGO, every charity, every business school and every university has launched a "CSR something". Most have quickly become a "CSR nothing"

Esto también es cierto en el caso de España. Ya nos lo decían desde ESADE:

A veces nos preguntamos si no sería necesaria una moratoria de iniciativas, propuestas y declaraciones. Aunque sólo sea para consolidar y profundizar en las ya existentes que trabajan con seriedad.

Y añadimos que tal vez habría que proponer también una moratoria de powerpoints aburridos acerca de “a qué huelen las nubes sobre el cielo de mi empresa”, habitualmente utilizados en estas iniciativas, declaraciones y “mesas redondas” que, salvo honrosas excepciones, son mesas rectangulares, unidireccionales, sin debate real y, muy a menudo, extremadamente soporíferas.

Aquí queda, de nuevo, el enlace al artículo da pie a este post, sobre el que habrá que hablar algo más, ya que también incluye comentarios positivos. Lo guardamos para otro día.

Escrito por Jesús Llaría